Felices fiestas
Translate - Traductor
sábado, 1 de diciembre de 2018
viernes, 30 de noviembre de 2018
LA FÁBRICA EN SECO, PATRIMONIO INMATERIAL DE LA UNESCO
LA FÁBRICA EN SECO DECLARADA PATRIMONIO
INMATERIAL DE LA HUMANIDAD POR LA UNESCO
Cercas de piedra, carretera de Tamames de la Sierra
Las tapias levantadas con piedras y
lajas del entorno también son patrimonio de Castilla y León. No se puede entender
el paisaje de las tierras de Sayago, los Arribes, o el Campo Charro sin sus
paredes que circundan y compartimentan las propiedades manteniéndose en pie, a
pesar de la aparición de las cada día más abundantes alambradas, las tapias sortean los terrenos en pendientes, faldas, ondulaciones
y llanos, marcan las fincas protegiendo y separando el ganado de los caminos
y carreteras, dejan en el horizonte en
muchas ocasiones el único rastro de la intervención humana.
El oeste y sur de la provincia de
Salamanca se recorre por carreteras que tienen a ambos lados sus tapias, de
gran variedad y plasticidad, condicionadas por el tipo de roca que aflora en su
entorno, que puede ser calizo, pizarroso o granítico, fragmentado con
diferentes formatos, escogido y elaborado sin labra, con ligeros golpes por
diestras manos de operarios, cada día más escasos, transmitido de forma oral y
con la práctica, se reparan y mantienen cada año con mayor dificultad.
La relación con el entorno natural se
produce con acierto, su reparación se integra como una tarea más en las labores
del campo, especialmente en la ganadería, formadas con piedra seca las cuadras,
cercados, huertos y vallados que es preciso sostener en pie y resistentes para la protección
de los animales.
Las concentraciones parcelarias, con la
eliminación de los minifundios ha resultado catastrófica para estas paredes.
Sus piedras en el mejor de los casos han sido apiladas en pales y envueltas en
plástico para ser reutilizadas en chapados de las nuevas y elegantes urbanizaciones,
y en otros casos vertidas en vaguadas, hondonadas o nuevos caminos,
desapareciendo del paisaje.
Los Santos, tapia límite de corral propiedad privada
Sorprende que constituyendo uno de los
elementos más significativos del panorama salmantino y zamorano, e incluso
leonés, la Junta de Castilla y León no haya formado parte de la candidatura
española para la declaración de la Unesco. No obstante, es de espera que una
vez aprobado, la administración valore la importancia de este tipo de paredes y
acometa su identificación, estudio y regulación, evitando su desaparición con
la investigación y enseñanza de su ejecución en los ámbitos necesarios, con las
peculiaridades de cada zona, teniendo en cuenta que suponen parte de su cultura.
Dejo algunas fotos de algunas tapias
salmantinas. Incluyo una imagen de la reparación de una de ellas, en la que se
puede adivinar ciertas peculiaridades de esta técnica, como el empleo de
las camillas, la diferencia de espesor de la base a la coronación, y la forma de robustecer la coronación o albarda.
Carretera de Frades de la Sierra
Tapia valla de carretera para ganado vacuno
Reparación de una tapia derribada por el ganado bravo
Son multitud los elementos realizados
con esta técnica constructiva, portillas, pasos de fincas, muros de contención
de barrancos y deslizamientos del terreno, terrazas para viñas y huertos, escaleras
voladas para salvar el desnivel entre fincas..., estos muros previenen de la
pérdida de suelo por arrastres y la desertización, son cobijo de multitud de especies, además
de las lagartijas, constituyen un abrigo importante que colabora con el
ecosistema. Técnicas que tienen su origen en la prehistoria que no se han estudiado convenientemente en
nuestra región, y que parece que sí lo están haciendo en otras zonas de la
península además de en Suiza, Francia, Italia, Grecia, Chipre, y Eslovaquia. Hace falta un reconocimiento de este tipo de construcciones para que sean consideradas y respetadas siempre que sea posible, sin olvidar su utilidad.
Es de agradecer y felicitar la iniciativa de la localidad de Trabanca que ha realizado un pequeño pero muy interesante museo de construcciones de piedra en seco, entre las que figura corrales para corderos, pocilgas para cerdos, puentes, y otros, visita muy recomendable para todos aquellos a los que les atraiga este tema.
Es de agradecer y felicitar la iniciativa de la localidad de Trabanca que ha realizado un pequeño pero muy interesante museo de construcciones de piedra en seco, entre las que figura corrales para corderos, pocilgas para cerdos, puentes, y otros, visita muy recomendable para todos aquellos a los que les atraiga este tema.
Guijuelo, tapia para cerca de vacas moruchas
Calzadilla de Mendigos, tapias cerca de finca de cerdos
Guijuelo, valla entre fincas de pasto de vacas
Lagunilla, escalera de entrada a un huerto.
Fotos del autor.
Página de la UNESCO y declaración. https://ich.unesco.org/es/RL/conocimientos-y-tecnicas-del-arte-de-construir-muros-en-piedra-seca-01393
Foto Aprendices en Suiza, foto Stifltung Umwelteinsatz Schweiz, 2009
sábado, 24 de noviembre de 2018
LAS FUENTES Y POZOS DE SANZOLES, PATRIMONIO INMUEBLE
LAS FUENTES Y POZOS
DE SANZOLES Y SUS REFERENTES
Las civilizaciones y culturas más importantes se han
desarrollado junto al agua. Desde Mesopotamia, el Nilo, o alrededor del
Mediterráneo, hemos sabido aprovechar este recurso tan imprescindible para la
vida diaria. Todo asentamiento humano requiere agua en su proximidad, y
Sanzoles no ha sido la excepción. Ubicado en una zona aireada, con terrenos fértiles, y
sobre todo con algunos arroyos y agua bajo el subsuelo que permitía excavar
pozos, sacando agua a mano desde no más de diez o doce metros de profundidad.
Toda casa de labriego o ganadero que se preciara disponía de su pozo. Con la sobreexplotación
producida en las últimas décadas, y la escasez de lluvias que se viene
produciendo, la mayor parte de estos pozos particulares están secos y abandonados, incluso entoñados.
Las fuentes públicas abastecían de agua a las casas hasta
finales de los años sesenta en que se realiza el sondeo y el suministro
municipal canalizado. También mediante los pilones se daba de beber a los animales,
y en el campo con los pozos y bebederos recientemente reparados.
Estas fuentes y pozos, además de suponer un recurso
fundamental para el emplazamiento del pueblo donde se ubica, siguen siendo
suministro eventual en casos de avería o cortes de agua, y un patrimonio
inmueble a respetar y conservar, como ya se hace en otros muchos puntos de la
península.
Traigo aquí otros pozos en los que se puede apreciar el
motivo de su forma y función, esperando que la mejor comprensión de estos
singulares edificios nos ayude a cuidarlos y mantenerlos en el futuro.
Los pozos originariamente son perforaciones de diámetro
entre 80 y 120 cm los más comunes, y profundidad variable hasta aflorar el agua
y alcanzar una capa impermeable, en este pueblo es la propia piedra arenisca,
en la que se mantiene el agua limpia
extrayendo periódicamente mediante la errada y la maroma, que mediante una
polea colgada de un aro y en el centro del pozo, hacía más cómoda su extracción
en posición vertical y procurando no golpear el recipiente con las paredes.
Los pozos ubicados fuera de las casas debían disponer de
tapadera para evitar la caída de personas, niños o animales. Una forma de
proteger los situados en el campo fue rodear con una pared la forma
circular del pozo, cubriendo el aro o soporte de forja que sujetaba la polea,
incluyendo una puerta para la protección del hueco. Se evitaba la caída de animales al
pozo, que era necesario sacar inmediatamente para evitar la pudrición del animal y
la contaminación del agua, incluso los pequeños ratones de campo o topillos.
Podemos entender que la forma del soporte, semicircular por la parte superior,
determinó la forma abovedada de la techumbre de los pozos, ya que esta forma se da en puntos muy distantes de la geografía peninsular.
En el caso de las fuentes, la forma más tradicional es la de
arco semicircular o rebajado, de la tradición romana o visigoda, de ella han derivado algunas fuentes con
arcos rebajados, pero siempre cubriendo y protegiendo la zona de recogida de
agua. La forma y construcción de las fuentes y pozos reconstruidas corresponden
a una tradición que deberíamos conservar, evitando su alteración o destrucción,
considerando que son patrimonio del municipio, de Castilla y León, con uso y
disfrute de los habitantes e incluso visitantes, como elementos de la cultura
intangible que permite entender el lugar y la forma de vida de nuestros
ancestros.
Pozo en Mayorga, León. Solo tiene brocal y el aro, podemos apreciar el peligro existente.
La Pena y Bernardillo, Valladolid.
Pozo del Pesebrón, Valladolid.
Pozo moro en Jaén. En muy mal estado.
Pozo en Trujillo, Cáceres, atribuido a los Celtíberos
Manantial del Pozo Amargo, cerca del puerto de Silla. Ubrique
Ermita junto al Pozo Amargo. (foto de www.rutas y fotos.com)
Pozo en Balazote. Chichilla. (Foto de Pablo López Aracil)
Bededero en Albacete (Foto Juancar Moreno)
Pozo de Albarqueta. Ibiza (viajesuniversal.com)
Pozo en La Gineta (Albacete), foto de Andrés Azorín.
La araña. Instrumento para recoger los cubos del fondo.
Fotos de la red. Solo se identifica a los autores de las imágenes que se han podido localizar.
martes, 15 de mayo de 2018
TEJA PAJARERA, REMATE DE TEJADO
Paseando por nuestras calles, y
especialmente en los pueblos, podemos ver en los extremos de los tejados, ya se
trate de a dos aguas, a tres o a cuatro, que en los extremos del caballete,
o fila maciza de teja que cierra los faldones en su parte alta, hay una pieza
de teja singular, de diferentes formas, que remata el vértice y personaliza,
adorna e identifica a su autor a modo de firma.
Preguntando a muchos de los
albañiles de mayor edad, todos coinciden en apreciar que es una manera de terminar el tejado, como autor, por parte del oficial que lo ejecuta, de una
forma visible desde el suelo. Así, cada alarife
tiende a hacer una figura distinta, algunos parecidos, imitando el realizado por
sus ascendientes, y otros muy distintos para distinguir, con cariño, y cierta
elegancia, el tejado, como lo haría una
flor en la pamela, o una pluma en un
sombrero de una mujer u hombre.
Casi siempre realizados con
fragmentos de la propia teja árabe,
cortada con tenaza o alicate, o en la actualidad con máquina radial eléctrica,
permitiendo ésta mayor virtuosismo y complejidad en sus formas. La más común es
un fragmento de teja insertado en el
mortero que hace macizo el extremo de la pieza del caballete, apretando el
mortero, reduciendo la posibilidad de que se fisure, ocultando el color pajizo
o gris del mortero que destaca en exceso en el conjunto de la cubierta. Curvada
hacia arriba, permite que las aves se posen sobre ellas. Pájaros comunes en
estos entornos, gorriones, pardales, palomas, tordos, aviones, incluso las cada
día más escasas golondrinas, conformando escenas de gran fotogenia.
Otras formas menos comunes pero
también abundantes son la lengua de serpiente. El fragmento de teja se divide
en su extremo exterior como lo hace el de una serpiente bífida. Otro remate
está formado por dos fragmentos semejantes de teja unidos por su zona cóncava,
generando un óvalo apuntado, elevado su extremo exterior simulando un ave o
medio corazón. Más complejos se
construyen remates con dos tejas contrapuestas generando un hueco entre ellas,
visible desde la calle, desde donde sale la lengua de la serpiente, cortando
los lados de la teja superior simulando sus ojos. Este remate nos recuerda las
figuras de animales de los tejados chinos.
Formas más complejas como torres
a modo de castillo de naipes son ejecutadas sobre la cumbrera, estilizando su aspecto. Pero si queremos remontarnos a la antigüedad tenemos que recordar las
antefijas de los templos clásicos griegos y romanos, que adornaban los aleros y
hastiales, incluso las acróteras, pedestal que permitía colocar estatuas, ambos
para ornamental y realzar las cubiertas, y con ellas los bellos templos.
Sirva este comentario para
elogiar el cuidado, cariño y gusto que estos albañiles ponen en estos remates y
que manifiestan con ellos el concedido a toda la cubierta.
Añado algunas de las piezas de
remate diseñadas en las últimas décadas y que sustituyen a estos artesanales,
delicados y artísticos remates.
Fotografías del autor, la red, y de catálogos de fabricantes. Mazarrón. La Oliva y Jorge Fernández.
sábado, 17 de marzo de 2018
FACHADAS, ALEROS E IMPOSTAS DE LADRILLO EN SANZOLES
En proceso de desaparición,
queremos recordar la rica y apreciable arquitectura de ladrillo
que se conserva en las Tierras del Vino y de Toro. Además de la piedra arenisca, con la que se levantaron los edificios más destacados, predominan en la zona las
fachadas de ladrillo, representan una parte importante de la mejor arquitectura.
En muchos casos se combina con una planta inferior de piedra, reservando la superior, más vistosa, para el ladrillo. Existen infinitas variaciones, a la hora de colocar
las sucesivas hiladas de ladrillos, con los matices de corridas, dentadas,
arpadas, situándose enrasadas, rehundidas o resaltadas respecto del haz del
paramento, pudiendo adquirir las impostas, cornisas… un determinado vuelo
mediante la suma creciente de saledizo de hiladas con los ladrillos en distintas posiciones [1].
Los aleros realizados por la
superposición de hiladas a tizón, corridas, dentadas, también a tizón o soga, a serreta
o a corriente, a sardinel tumbado o en vertical, rectos o dentellados, arpadas
o triscadas, con la combinación de todas estas diferentes posiciones, y la
creatividad del maestro de obras, conseguían realizar fachadas ornamentadas destacadas que manifiestan la importancia de sus
ocupantes.
Observamos impostas que simulan cenefas o triglifos y metopas, paneles de rombos, pero sobre todo destacan las cornisas. El vuelo sucesivo de unas piezas sobre otras para aumentar el saliente del alero, es realizado con originalidad e ingenio, consiguiendo que los livianos tejados se vean más gruesos y pronunciados al frente, rematando la parte superior de la fachada con un ritmo de luces y sombras singular. En los muros y algunos aleros encontramos un trabajo del ladrillo que nos habla de la influencia del arte mudéjar[2].
Observamos impostas que simulan cenefas o triglifos y metopas, paneles de rombos, pero sobre todo destacan las cornisas. El vuelo sucesivo de unas piezas sobre otras para aumentar el saliente del alero, es realizado con originalidad e ingenio, consiguiendo que los livianos tejados se vean más gruesos y pronunciados al frente, rematando la parte superior de la fachada con un ritmo de luces y sombras singular. En los muros y algunos aleros encontramos un trabajo del ladrillo que nos habla de la influencia del arte mudéjar[2].
Aunque se recogen solo algunas, las más
llamativas, son predominantes entre las construcciones tradicionales, y suponen una muestra más de la riqueza constructiva y arquitectónica que se conserva, así como en otros pueblos limítrofes como Moraleja o Venialbo,
que deberíamos apreciar y mantener, incluso repetir cuando proceda, como lo ha
hecho el Ayuntamiento de Sanzoles, en el muro de la fuente del Caño, recientemente reconstruido, y en el que se mantenía bajo los enfoscados una fábrica de
ladrillo macizo tradicional de esta tierra.
Añadimos algunas imágenes de estos trabajos cuidados, realizados casi todos en el siglo XIX, y que manifiestan la riqueza y saber hacer de sus habitantes y maestros. Algunos ejemplos encalados o deteriorados se mantienen incluso sobre muros de barro en perfecto estado a pesar de su edad.
Añadimos algunas imágenes de estos trabajos cuidados, realizados casi todos en el siglo XIX, y que manifiestan la riqueza y saber hacer de sus habitantes y maestros. Algunos ejemplos encalados o deteriorados se mantienen incluso sobre muros de barro en perfecto estado a pesar de su edad.
[1] ADELL ARGUILES, José María. Arquitectura de ladrillo del siglo XIX.
Técnica y forma. ETSA de Madrid. Fundación Universidad-Empresa, 2ª edición,
1987.
[2] PONGA MAYO, Juan Carlos, y
RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, Mª Araceli. Arquitectura Popular en las Comarcas de
Castilla y León. Junta de Castilla y León. Consejería de Cultura y Turismo,
Valladolid, 2003.
Fotos del autor.
Fotos del autor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)