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sábado, 8 de junio de 2013

CAMPANAS DE LA IGLESIA DE SANZOLES.

Campanas función y significado.
En Sanzoles cada domingo las campanas suenan con energía llamando a misa.
Un sistema de comunicación que llega a  todos los vecinos del pueblo, incluso a los que se encuentren en el campo. Sus toques se deberían escuchar desde la totalidad del término.


Con sonido  identificable, se tañen con exclusivos “toques” para cada acontecimiento.
 


Nola o Signun, fueron algunos nombres de las campanas en la antiguedad.
Los monjes desde el siglo VII emplean para llamar a sus rezos múltiples tipos de campanas,  para defenderse de los temporales, o  los malos espíritus que los propiciaban, anunciaban la tarde anterior el ayuno del día sucesivo, señalaban la hora de actos singulares y lanzaban una nota de alegría en las circunstancias solemnes de la iglesia o de carácter civil pero siempre de interés común, se trataba de un medio de comunicación. Todavía hoy en algunas fincas de Salamanca, aunque no disponen ya de capilla, mantienen la campana o campanas en uso para realizar avisos.


En los pueblos de Castilla y León además de convocar a misa sirven para anunciar la agonía y la muerte de un fiel, que los locales llaman encordar, varón, hembra (uno o dos toques al finalizar) o niño (toque especial), para que se rezase por su alma, funerales u otros actos religiosos, también para avisar a fuego, recaudación, terremotos, tormentas, ataques en tiempo de guerra, extravío en temporales u otros actos de la comunidad. Las torres son elementos de defensa y observación. El día anterior a una gran fiesta religiosa se tocaba a vísperas. Para llamar a la misa diariamente se usaba una esquila.


Las campanas eran el reloj de muchos vecinos, toque matinal, del Ángelus a las 12 del medio día, y por la noche, servía para marcar el tiempo de trabajo y descanso, y recordar a los ausentes.
En el reino de León, las campanas y pendones eran propiedad de los Concejos de vecinos, dado que ambos tenían funciones tanto civiles como religiosas, compartiendo su uso.

Siempre elevadas de la nave de la iglesia mediante torre o espadaña. Las torres cuadradas eran  más estables y con cuatro lados permiten hasta ocho claros y campanas diferentes cuando no más (lo vemos en Fuentesauco).En el periodo barroco se hacen salas de campanas con bóveda de piedra que permitía amplificar su sonido como si de una caja de resonancia se tratara.

Las espadañas son las más abundantes en la comarca, todas ellas diferentes, constan de un muro de gran espesor, siempre perpendicular y al pié la iglesia,  se reduce a medida que se eleva, cuanto más alta más lejos llega su sonido, con un número de claros variable, generalmente tres, dos ocupados por campanas de diferente tamaño y uno en otra altura libre para colocar otra menor.
Cada campana emite un sonido diferenciado,  facilitando la diversidad de de combinaciones con sus toques y tiempos, generando peculiares melodías.
Como la música, transmiten sentimientos y emociones a los vecinos y sobre todo a los nacidos o criados en el pueblo recuerdos que lo asocian a momentos importantes de sus vidas (fiestas, bodas,bautizos, comuniones, etc). Existía un campanero, cargo semejante al alguacil o al guarda, responsable de todos los toques necesarios y del cuidado y buen uso de las campanas.
  

La reciente reconstrucción de las campanas de Sanzoles hizo preciso bajarlas trasladarlas a la fundición, romperlas en pedazos y volver a fundirlas, conservando sus formas, dimensiones y espesores para conseguir el mismo sonido o afinación. repitiendo las inscripciones y dibujos que tenían. Las campanas ubicadas en los templos contienen comúnmente inscripciones con los donantes, fechas y sobre todo símbolos y cruces.

 El badajo de forja forma parte necesaria del instrumento por su modo y lugar de impacto y la cuerda para su manipulación, generalmente simultánea de las dos campanas.

Un motivo para reutilizar el bronce de la campana original es la relación de cobre y estaño  de su aleación. Además de la forma, distintas proporciones de los dos componentes condicionan su durabilidad y su sonido.
La causa fundamental por la que se puede romper una campana es un templado o mal enfriamiento en su fabricación. La variación de espesores supone diferentes temples y tensiones que si permanecen en la pieza, sometido a las condiciones extremas propias de la intemperie y  a los fuertes impactos en su toque, pueden llegar a romperla, momento en el que su sonido cambia radicalmente. Hasta la reparación reciente todos conocíamos el peculiar sonido de la campana rota de Sanzoles.

La fundición más tradicional de campanas es la denominada “a la arena”, también se pueden fundir campanas de menor tamaño “a la cera perdida” técnicas muy diferentes de conseguir que el bronce fundido adquiera la forma de un molde.

Las campanas eran fijadas por cuatro asas que permiten sujetarlas al yugo mediante elementos metálicos también forjados,  amarrados a maderos que unidos a un eje de giro y viguería contrapesan la campana para facilitar el volteo o vuelo, tanto en el simple balanceo como en su giro total con facilidad. En Sanzoles el yugo nuevo colocado a las campanas es de palastro, chapa de acero de gran espesor que soporta la intemperie mejor que la madera, manteniendo su forma y función, aseguradas con barrotes roscados al eje de giro que ahora tiene rodamientos para facilitar el movimiento sin dañar los apoyos en sus extremos.

La construcción de campanas era un oficio peculiar dentro del más genérico de fundidor.
Todavía se enseña fundición de bronce en las escuelas, utilizada fundamentalmente en la reproducción de esculturas.
Desde la milenaria cultura china se  emplean campanas pero probablemente fueron los romanos los que las difundieron en la península, utilizadas para todo tipo de convocatorias o llamadas, pasos de cortejos, organización de esclavos, termas, mercados y otros por su fuerte sonido y alcance.
En la iglesia, los tres toques se asocian a la Santísima Trinidad. La adoración en el acto de elevación durante la eucaristía. El toque suave y rápido del Sanctus de la entrada de Jesús en Jerusalén. Los tres toques suaves en la Comunión y otros más. Los repiques de campanas, ahora ejecutados casi todos los fines de semana, eran reservados para los días grandes.
 
                                         Campanario Carmelita en Salamanca. Dos espadañas y cuatro campanas.


EL LENGUAJE DE LAS CAMPANAS. GUILLERMO CARRIZO VARCARCE. FUNDACIÓN JIMÉNEZ DÍAZ. 2018, REV. 436

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