EL POTRO DE SANZOLES
Empleado por los vecinos para poder trabajar atendiendo a algunas operaciones con el ganado, Sanzoles también tenía no uno sino dos potros, el del pueblo, en la proximidad de la Revuelta del Manco, donde actualmente se encuentra la báscula para los cerdos, y el otro en la dehesa de Valdemimbre, junto a la calle principal y uno de los edificios más grandes utilizado en la actualidad como almacén de grano.
Foto 1. Un joven del pueblo posando en el potro
Foto 1. Un joven del pueblo posando en el potro
Aunque sencillos y de aspecto poco robusto, su construcción con maderas recias del entorno, cumplían su función. El de Sanzoles estaba además anclado al terreno con dos fragmentos de vía del tren, hormigonadas en su parte inferior y atornilladas a los palos verticales para fijar con mayor rigidez la zona delantera, donde van las manos de los animales, como llamaban algunos mayores a las extremidades anteriores. Se puede en ambos casos ver el yugo, que sujetaba la cabeza del animal por su nuca, una barra de hierro que fijaba los palos en su extremo superior, y los palos longitudinales, que unían los pies derechos , el inferior era giratorio con un gancho de forja para ser usado como torno llamado rodillo, y levantar al animal por la barriga con las cinchas, suspendiéndolo para evitar que hiciera fuerza con sus pezuñas en el suelo. El uso fundamental era el herraje de las vacas, bueyes y caballerías, burros, mulas o caballos que requerían ser sujetados. También me han contado que era empleado por el veterinario o su mancebo para labores sanitarias, (en Sanzoles lo fue muchos años el Sr. Pablo Amores, también herraba los animales). Aunque nunca tuve la oportunidad de ver un animal dentro, creo que podemos imaginar con algunas otras fotografías su función.
Foto 2. Otra instantánea de una joven que nos permite ver la parte anterior.
Foto 3. Vecinos ante el potro de la dehesa de Valdemimbre.
Foto 4. No sabemos el lugar, pero podemos ver a dos hombre herrando una vaca, la colocación de la mano y las correas permiten sujetar y perder pie al animal para no hacerle daño.
Foto 5. Un potro de un pueblo de León. Losilla.
La estructura básica de un potro, en todo el territorio nacional, es de cuatro pies derechos, (en esta zona de madera, muy robustos), y otras cuatro barras horizontales, dos a cada lado, siendo la inferior preferentemente giratoria, también denominados apoyamanos por permitir sujetar en una posición alta las extremidades.En zonas donde se dispone de granito, como en Salamanca, los pies derechos eran de piedra, más pesados y robustos. La anterior con un yugo de mejor o peor labra, también tenía nombres como camellón o ublo, y la posterior abierta para introducir al animal. La anchura de los potros es variable, en las zonas donde se herraban grandes bueyes llegan a tener más de un metro de amplitud, la altura también variable, pensada para poder trabajar con caballos y yeguas de gran porte.
Era también un lugar de reunión, de quedada, como se dice ahora, con gran visibilidad de la parte baja del término, Las Contiendas, Las Llaves o el teso del Viso, además de una de las mejores estampas del pueblo desde el lado norte, que no existe en cuanto accedemos a la carretera. Cuando empiezan a aparecer las cámaras fotográficas particulares, son muchos los que se inmortalizan en este artilugio, que con la llegada de los tractores, y la desaparición de los animales de tiro para labores en el campo, dejó de ser necesario, sin mantenimiento y finalmente eliminado del paisaje.
Son muchos los pueblos que en la actualidad han restaurado y mantenido los potros como elementos singulares y representativos de las de las labores tradicionales en el mundo rural como era curar o renovar las herraduras. Han pasado de ser utilitarios a escultóricos, traemos alguna fotografía recogida de la red o tomadas por nosotros, que permitirán a los mayores recordarlo, y a los jóvenes entender mejor este artilugio.
Foto 6. Potro de Palencia de Negrilla, Salamanca, restaurado y colocado en un jardín.
Foto 7. Potro de San Miguel de Valero, Salamanca, destruido y en peligro de desaparición.
Fotografías 1,2, y 4 de la red. Foto 3 cedida por el propietario. Fotos 5,6 y 7 del autor.
Sanzoles 22 de diciembre de 2017